domingo, 31 de mayo de 2009


LA COMPENSACIÓN MATERIAL

De acuerdo con el modelo normativo vigente en la sociedad Wayuu las agresiones físicas que causan heridas o la muerte de una persona, las afrentas morales que menoscaban el prestigio de un individuo y, por tanto, de un grupo familiar, así como las actuaciones, y expresiones que le provoquen aflicción en su espíritu de manera deliberada o involuntaria deben ser compensadas materialmente. Esto involucra a las personas que hayan sugerido, alentado o contribuido a la ocurrencia de tales acciones y a quienes se encuentren de manera voluntaria o casual en el escenario de una agresión. El quebrantamiento de las normas sociales de convivencia se designa en lengua indígena con el vocablo ainjalaa. El proceso jurídico se menciona con el término pütchi56 y la solución de querellas dentro de los procedimientos tradicionales se denomina Sükua'ipa Wayuu57.
Goulet (1981:201) identifica tres principios generales que operan en la satisfacción dentro de la sociedad Wayuu. En primer lugar, todo daño que uno se cause a sí mismo58 o que otro le cause, tiene que recibir compensación; en segundo lugar, la víctima no reclama directamente al agresor, se utilizan intermediarios o palabreros para que transmitan a los parientes del agresor la solicitud de compensación; y en tercer lugar, el pago no se entrega a la víctima sino a los parientes de esta.
La entrega de compensaciones económicas a la parte afectada puede considerarse un requisito esencial para lograr la concordia entre dos grupos familiares indígenas, pues, la paz- según los palabreros Wayuu- no nace tan solo de la voluntad política de los individuos de cesar las hostilidades, sino del restablecimiento de los mecanismos ancestrales de control social a través de la entrega de una compensación económica al grupo afectado. Ello confirma la aserción de Malinowski en el sentido de que para los pueblos indígenas, la ley positiva que gobierna todas las fases de la vida tribal, consiste, por tanto, en un conjunto de obligaciones vinculantes, consideradas como un derecho por una parte y reconocidas como obligación por otra, que se mantienen en vigor por determinados mecanismos de reciprocidad y publicidad inherentes a la estructura de la sociedad. "La ley es el resultado concreto de la configuración de obligaciones que hacen imposible que el nativo eluda su responsabilidad sin sufrir por ello en el futuro" (Malinowski, 1926:58-59).
UN CASO DE AFRENTA MORAL: LA COMPENSACIÓN FIJADA POR EL PAJARO UTTA.
El sistema de compensaciones Wayuu aparece instituido ancestralmente en el conjunto mítico. El monto de dichas compensaciones fue establecido por el pájaro Utta, palabrero primigenio, en relación con las conductas que entrañasen el quebrantamiento de las normas sociales indígenas.. Empero, su aplicación, aunque en el modelo es aparentemente taxativa, se torna en la practica flexible pues el monto entregado como pago dependerá en cada caso de diversas circunstancias económicas y sociales como son la disponibilidad diferencial de bienes entre las partes y el rango social de las personas afectadas. Una de las faltas consideradas frecuentes entre individuos ebrios o insensatos es el de las afrentas morales las cuales menoscaban el valor social de las personas y, por tanto, del grupo familiar al cual este pertenece.
“Utta fue mandado tras las palabras de una persona desjuiciada, un loco, una persona ligera de palabras que le dijo a otro Wayuu. -Tú no tienes ningún valor, eres una persona mentirosa, un cobarde, para mí que soy un hombre manso sí tienes bravura, ¿a donde está algo que hayan pagado por ti o por algún miembro de tu familia? ?
El Wayuu se pone furioso y busca a Utta. Lo buscan a él, naturalmente, por ser palabrero y le dicen:
Aquí hay un caso, alguien ha enrostrado a otro, ¿Qué crees que se deba hacer? Pedimos tu consejo porque eres el anciano y, además, queremos que nos arregles este problema. A nosotros se nos ha enrostrado el hecho de que no hemos sido compensados por falta alguna, dice el Wayuu que habla con Utta.
-Ah... Responde Utta, no importa que les enrostren el hecho de que no hayan sido compensados, eso no debe dolerles pero es bueno que se les reconozca algo por esta falta Yo estoy aquí y lo digo. Yo haré que se les pague, sé hacer pagar todas las cosas. Dijo Utta. Ahora digan ustedes cuanto piden por la falta cometida. Ellos le responden a Utta.
-Ah... Nosotros te llamamos porque eres un hombre mayor, tú sabes cuanto se paga por una falta de ese tipo, tú nos dirás a nosotros cual es el precio real. Precisamente para eso te buscamos.
El costo por enrostrar, contesta Utta, no es muy alto, generalmente se da una vaca parida y se regalan como dos vacas más sin cría, además, se da un collar de coral. Esto es el costo real por enrostrar a alguien. Ahora recibirán esas vacas porque les dolió la ofensa. Escúchenme ustedes y no lo tomen a mal, ahora tienen más ganado con ellas y si alguien les dice que su ganado fue producto de un pago por enrostre, no debe dolerles, deben dejarse de eso pues el dolor de esa ofensa se siente una sola vez.
Para que no existan palabras mal intencionadas como:
- Así fue como ellos tuvieron animales, porque les duele que les enrostren, andan vendiéndose para que los enrostren, ellos dan la sensación de que anduvieran siempre buscando a alguien que les ofenda para luego cobrar la falta y así aumentar sus animales.
Para que no les digan eso, esto deben saber. El dolor por ser enrostrado se cobra una sola vez.
Esto también lo estableció Utta.
Si a alguien por casualidad se le enrostra por segunda vez, siempre se decía, es mejor dejarse de eso porque Utta así nos aconsejó en esa ocasión y se cumplía porque Utta era un señor muy respetado por todos los Wayuu y su palabra era ley." Contado por el Sarakaana Püshaina
EL VALOR DE LAS PERSONAS
Saler (1986.34) ha escrito que los principios de compensación existentes entre los Wayuu se basan, en primer lugar, en el derecho que tiene un individuo al reconocimiento de su integridad personal y, en segundo lugar, en la convicción de que existen desigualdades significativas en el "valor", "consideración" o "precio" de las diferentes personas. No obstante, el individuo es visto, principalmente, como alguien que está inmerso en un grupo de parientes los cuales tienen una posición social determinada de manera que su valoración se basa en gran parte en la evaluación social que se haga de sus parientes uterinos por parte de otros grupos familiares. De esta manera, la compensación pedida y ofrecida por los individuos Wayuu, según el citado autor, varía sustancialmente dentro de la misma categoría de ofensas. La compensación material exigida por la muerte de un hombre rico, será diferente de la que deba otorgarse por un hombre perteneciente a un grupo familiar que dispone de pocos bienes.
Los Wayuu tienen en cuenta otros elementos además de la riqueza de la cual dispongan en ese momento los parientes de una persona. Un grupo de individuos puede recibir consideraciones sociales de las demás indígenas por el prestigio de sus parientes uterinos en el pasado, en especial por la memoria que se tenga de las actuaciones de sus tíos maternos. La bizarría de un grupo familiar, demostrada a través de sucesivas contiendas, también es valorada aunque el número de hombres de esa unidad familiar sea entonces reducido. La importancia sociopolítica de los parientes uterinos de su padre y el grado de reciprocidad y solidaridad existente entre estos y sus hijos clasificados se tendrán en cuenta al momento de efectuar esa estimación.
Algunos informantes declaran que se tiene en mayor aprecio a quienes descienden de personas consideradas ricas en el pasado que a aquellas que adquieren riquezas de manera reciente, pues estiman que la tenencia de numerosos bienes conlleva una actitud de responsabilidad social y modales correspondientes que se mantienen aún después de que estos hayan mermado significativamente, en tanto que el comportamiento de los segundos no suele ajustarse a su nueva posición social. Adicionalmente, cualidades particulares de un individuo muerto por el cual se solicita compensación material, como las de ser manso (anamia), solidario con sus parientes (Wayuu anaashi) y trabajador (ke'epüi), pueden ser mencionadas por el negociador para reforzar su argumentación y obtener la reparación solicitada.
De acuerdo con el criterio de algunos palabreros con amplia experiencia en estas negociaciones pueden existir variaciones en los montos de compensación acostumbrados en las distintas zonas de la península debido a las variaciones ambientales, económicas y socioculturales existentes entre estas. Los familiares de un individuo rico residente en la Alta Guajira podrían exigir y recibir de un grupo familiar agresor establecido en la misma zona una mayor compensación que la otorgada entre grupos familiares residentes en algunas áreas de la Media y Baja Guajira o en las zonas costeras por la muerte de una persona de la misma posición social (Manuel Peñaranda o Moroi Epieyuu, entrevista en terreno). La habilidad del palabrero puede influir también en la compensación obtenida. Un grupo de personas de escasos bienes puede decir a un pütchipü'ü prestigioso: “Aunque seamos pobres, haznos valer con tu palabra”59.
Las clasificaciones émicas de los Wayuu relacionadas con los distintos pagos efectuados en el tiempo, nos revelan aquello que se paga específicamente en relación con una persona. Cuando se trata de la muerte violenta de un individuo la compensación que deberá hacer el grupo agresor puede efectuarse en pagos anuales de carácter especifico que se prolongan durante tres años. Estos pagos se denominan según el pütchipü'ü Manuel Peñaranda :
Isho'upünaajatü, primer pago que corresponde al valor de la sangre derramada.
Sümüliala o naa'inua, segundo pago referido al dolor causado a sus parientes.
Sujutu Wayuu o nujutukalu Wayuu, el verdadero pago, relacionado con el "precio" o "valor" social de la persona.
Angel Amaya Uliana y Sarakaana Püshaina consideran que los pagos reciben los siguientes nombres:
Isho'upünajatü, primer pago que corresponde al valor de la sangre derramada.60Se entrega a los parientes uterinos del padre de la victima (o'upayuu).
Sujutu Wayuu o nujutukalu Wayuu, el verdadero pago, relacionado con el "precio" o "valor" social de la persona. Se hace a los parientes uterinos de la victima (apüshii).Se entrega dos veces.
E'rirawaa o ultimo pago que permite verse al rostro entre las partes y poder encontrarse sin prevenciones en los caminos
Sólo al realizarse el último pago puede considerarse que la fuente de la controversia entre ambos grupos familiares ha sido removida. Los hombres, por tanto, ya no se eludirán en los caminos y se celebrará un evento social que constituye una afirmación ritual61 de los acuerdos durante el cual los antiguos adversarios llevaran ganado, se regalarán mutuamente licor u otros elementos y consumirán juntos parte de estas comidas y bebidas de manera cordial aunque moderada.

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